La inmigración familiar es una de las fuentes más importantes de movilidad humana hacia Europa. La Directiva 2003/86/CE ha armonizado el régimen jurídico de la reagrupación familiar de los nacionales de terceros países para garantizar la vida familiar y la integración social en cada Estado Miembro. Sin embargo, se han desarrollado medidas para controlar o “rechazar” indirectamente un perfil específico de familias no deseadas. Por lo tanto, esta propuesta hace una aproximación crítica a la protección jurídica de las familias migrantes, analizando si ciertas condiciones promueven un modelo ideal de “buena familia” como la única forma de integración efectiva en el contexto de la UE.