
“Buenas/malas” familias migrantes y su integración en la Unión Europea
La inmigración familiar es una de las fuentes más importantes de movilidad humana hacia Europa. La Directiva 2003/86/CE ha armonizado el régimen jurídico de la reagrupación familiar de los nacionales de terceros países para garantizar la vida familiar y la integración social en cada Estado Miembro. Sin embargo, se han desarrollado medidas para controlar o «rechazar» indirectamente un perfil específico de familias no deseadas. Por lo tanto, esta propuesta hace una aproximación crítica a la protección jurídica de las familias migrantes, analizando si ciertas condiciones promueven un modelo ideal de “buena familia” como la única forma de integración efectiva en el contexto de la UE.
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-89062019000100103

La Separación de las Familias tiene Consecuencias Psicológicas y de Salud a Largo Plazo Perjudiciales para la Niñez, las Familias, y las Comunidades
Después de que el Departamento de Justicia de los Estados Unidos anunció la «Política de Cero Tolerancia para la Entrada Ilegal de Delincuentes», el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, una rama del Departamento de Seguridad Nacional) separó a aproximadamente 2,000 niños de sus padres entre abril y mayo de 2018 a medida que se acercaban a la frontera de los Estados Unidos. Los niños y los padres fueron ubicados en instalaciones separadas mientras se procesaban y no se les dijo cuándo ni cómo se reunirían. Esta política y sus consecuencias han suscitado preocupaciones significativas entre investigadores, defensores del bienestar infantil, legisladores y el público, dada la abrumadora evidencia científica de que la separación entre niños y padres, excepto en los casos en que hay evidencia de maltrato, es perjudicial para el desarrollo de niños, familias, y comunidades.

Travesías desesperadas. Refugiados e inmigrantes llegan a Europa y a las fronteras europeas
En 2018 hubo cambios significativos en el patrón de las rutas elegidas por los refugiados y migrantes para llegar a Europa. Durante la primera mitad del año, llegaron más personas a Grecia que a Italia o a España; sin embargo, en el segundo semestre, España se convirtió en el principal punto de entrada a medida que un número creciente de personas intentaba hacer la peligrosa travesía del Mediterráneo occidental.