
Las Américas en una encrucijada ante la respuesta a la COVID-19
Enfrentados a una pandemia sin precedentes, los gobiernos de las Américas han empezado a responder a la COVID-19 de diversas maneras, que van desde declarar estados de emergencia hasta imponer prohibiciones de viaje o aplicar cuarentenas. Hay mucho en juego, y la manera en que los gobiernos respondan a esta pandemia podría determinar el futuro de millones de personas. Los gobiernos son en última instancia responsables de proteger a la población y sus derechos humanos pero, en las Américas, en muchos casos no lo han hecho. La profunda desigualdad, la discriminación estructural, la tendencia a recurrir a la represión policial, la censura, sistemas de salud pública insuficientemente dotados de recursos, y salvaguardias inadecuadas respecto a seguridad social y empleo, son muy anteriores al brote de COVID-19 en la región.
https://www.amnesty.org/es/latest/research/2020/03/americas-at-a-crossroads-in-response-to-covid19/

Contribución de la ética a la salud pública
En los últimos años, se han realizado esfuerzos para ampliar el alcance del análisis ético en la atención sanitaria con objeto de centrarse de forma más directa en las cuestiones de salud pública.[3] A diferencia del tradicional énfasis de los expertos en bioética en la relación médico-paciente, la ética de la salud pública se centra en el diseño y aplicación de medidas para la vigilancia y mejora de la salud de las poblaciones.